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Charlie José Hidalgo Rosario ofrece discurso de gratitud en Sexagésima Séptima Graduación Ordinaria

Es para mí un orgullo, pero sobre todo un honor el poder dirigir estas palabras en representación de todos los alumnos que hoy nos graduamos, en primer lugar, porque me permite expresar la inmensa alegría que nos envuelve en este día tan especial, y por la satisfacción que sentimos de haber culminado una etapa tan importante en nuestras vidas.

Hoy es el momento, lugar y espacio esperado por años para comprender que la vida es extraordinaria e impredecible; presentarnos estos instantes que se alojan en nuestro corazón para permanecer siempre en nuestras almas, marcando un antes y después nuestra existencia, dando a comprender que todo consiste en asumir desafíos, anhelar nuevos sueños, y desafiar el porvenir con unas ganas y una fuerza que sólo Dios puede entender.

Hoy es el mejor instante de nuestras vidas para dar gracias a Dios, ya que con su perfecto e inigualable amor, nos creó a cada uno de los hoy presentes, para adquirir nuevas experiencias, donde miles quisieran estar y por su gracia nosotros fuimos los elegidos.

A Nuestra Alma Máter por nutrirnos intelectualmente con la sabiduría necesaria, para asumir los nuevos retos que el mundo y la competencia actual nos impone, culminando con la capacidad necesaria para ser entes exitosos. Dándonos a entender siempre que esta era una etapa de entrenamiento más no el final del desarrollo del conocimiento.

A nuestros maestros que con vocación e inigualable entrega forjan profesionales éticos y capacitados para una mejor sociedad.

A nuestros padres mil gracias por el amor, la entrega, la pasión para vernos realizados, y el sacrificio desinteresado que sólo alguien que nos ame puede hacer.

Gracias a todos los partícipes y almas generosas que pusieron algo de sí para que cada uno de nosotros estemos aquí, luchando por un futuro, entendiendo así la responsabilidad y el deber moral que tenemos para no sólo crear una mejor sociedad, sino para elevar los estándares de educación de nuestra nación.

Con el motivo de crear en nuestra sociedad y nuestra nación las oportunidades necesarias, en este día tan especial, parece muy oportuna la ocasión para resaltar la igualdad de género, dónde el perfil económico, social y político de nuestra sociedad, no se vea amedrentado ni por el hombre ni por la mujer.

La igualdad de género es un principio constitucional que estipula que hombres y mujeres son iguales ante la ley, lo que significa que todas las personas, sin distinción alguna, tenemos los mismos derechos y deberes frente al Estado y la sociedad en su conjunto.

Sabemos bien que no basta decretar la igualdad en la ley, si en la realidad no es un hecho.  Para que así lo sea, la igualdad debe traducirse en oportunidades reales y efectivas para ir a la escuela, acceder a un trabajo, a servicios de salud y seguridad social; competir por puestos o cargos de representación popular; gozar de libertades para elegir pareja, conformar una familia y participar en los asuntos de nuestras comunidades, organizaciones y partidos políticos.

El reconocimiento de la igualdad de género  ha sido una conquista histórica de las mujeres. Hace 250 años plantearse la igualdad de derecho era un hecho inconcebible ya que se consideraba que las mujeres eran naturalmente diferentes e inferiores a los hombres.

La equidad de género representa el respeto a nuestros derechos como seres humanos y la tolerancia de nuestras diferencias como hombres y mujeres, representa la igualdad de oportunidad en todos los sectores importantes y en cualquier ámbito.

Actualmente la desigualdad de género es una problemática que los gobiernos y organismos nacionales e internacionales tratan de erradicar totalmente, pero si bien es cierto que se han producido grandes logros en cuanto al tema, también es cierto que todavía están surgiendo nuevos sectores donde la desigualdad de género ha impedido el crecimiento económico, el desarrollo social y humano.

Según lo citado por Emma Watson en el foro de Las Naciones Unidas ( ONU): Es tiempo de que todos percibamos el género como un espectro, en lugar de dos conjuntos con ideales opuestos. Si dejamos de definirnos a cada uno por lo que no somos y empezar a definirnos a nosotros mismos por lo que somos, todos podemos ser más libres.

Más que profesionales hoy somos ganadores, no por lo que acontecerá sino por los desafíos que logramos alcanzar para así finalizar marcando la diferencia en nuestras vidas, tanto el hombre como la mujer debe tener este derecho.

Proyectémonos como líderes Como dueños de nuestro presente y futuro, es tiempo de hacer la diferencia, aportando todos los conocimientos que hemos obtenidos en esta etapa, y aunque en el camino se presenten obstáculos y fracaso, no hay que temer, debemos seguir hacia delante porque como cita Laura Castrillon: Las cometas se elevan en contra del viento, no a favor de el.

Finalmente sólo resta felicitar a cada uno de ustedes por haber llegado la meta y alcanzar este sueño deseado. Lo logramos, hoy nos graduamos y debemos sentirnos muy orgullosos. pero no podría culminar sin antes citarles esta frase de Edson Arantes: El éxito no es accidente, es trabajo duro, perseverancia, aprendizaje, estudio, sacrificio, y lo más importante de todo, amor por lo que estás haciendo.

¡Bendiciones, y mucho éxito para todos! Muchas gracias.