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Discurso de gratitud Septuagésima Primera Graduación Ordinaria
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- Publicado el 30 Marzo 2017
Buenas tardes:
Monseñor Dr. Fausto Ramón Mejía Vallejo, Rector y Gran Canciller de la Universidad Católica Nordestana (UCNE), y demás personalidades que componen la mesa de honor;
Señores Vicerrectores y Funcionarios de la UCNE;
Distinguidos invitados especiales;
Apreciados graduados;
Familiares y amigos;
Señores miembros de la prensa;
Señoras y señores.
Es para mí un gran honor estar frente a ustedes, en representación de todos los graduados de esta Septuagésima Primera Graduación Ordinaria.
El día de hoy concluimos una etapa más de nuestras vidas, una etapa que muchos esperábamos ansiosos, incluyendo a nuestros padres. Estos últimos años no fueron nada fácil, encontramos obstáculos en el camino, sufrimos decepciones y tristezas, sacrificamos salidas y a veces a la familia y amigos, otras veces quisimos rendirnos.
Así como se nos presentaron momentos de angustia, también tuvimos momentos de alegría, hemos acumulado experiencias y recuerdos en cada lugar del campus, conocimos personas a los que llamábamos compañeros, para luego llamarlos amigos.
Este acto marca la llegada a una meta que todos nosotros nos propusimos alcanzar y hoy podemos ver materializada. Pero no podemos dejar de lado a todas las personas que estuvieron con nosotros a lo largo de este camino y por quienes en nuestros corazones sentimos infinita gratitud.
En primer lugar, a Dios, por ser el motor y el aliento de nuestras vidas, por la fortaleza, la protección y por proporcionarnos los recursos para que hoy viéramos realizados nuestros sueños.
A nuestras familias, quienes siempre han estado con nosotros en las buenas y en las malas, y podría decir que disfrutaron y sufrieron tanto como nosotros mismos, cada una de las vivencias, éxitos y fracasos que hemos tenido. Gracias por ser nuestros guías, por el apoyo incondicional y por la confianza depositada en nosotros.
A todos nuestros profesores, muchas gracias por las exigencias, porque con ellas nos dimos cuenta de lo que somos capaces de hacer; gracias por compartir sus conocimientos y sabiduría con nosotros.
Es preciso reconocer y agradecer a la Universidad Católica Nordestana, esta prestigiosa casa de estudios que nos abrió las puertas y nos cobijó durante estos años y con ella agradecemos a las autoridades de la UCNE en la persona de su Rector, de sus Vicerrectores, Decanos y Directores de Escuelas y Departamentales, a todo el personal, en especial a los jóvenes de la biblioteca, economato, cafetería, los conserjes y demás personas que realizan un trabajo digno y que muchas veces no tomamos en cuenta, pero de alguna forma u otra colaboraron para que nuestra vida universitaria fuera más agradable.
A nuestros amigos, los que teníamos antes de entrar aquí y los que conocimos a lo largo del trayecto. Gracias por la alegría, la amistad, el compañerismo y la espontaneidad en cada momento compartido.
Hoy, queridos compañeros, culminamos esta etapa, la cual debemos celebrar juntos, sin olvidar quiénes somos, de dónde venimos, hacia dónde vamos y sobretodo manteniéndonos humildes y agradecidos.
Graduados, ahora que somos profesionales estamos aún más comprometidos con el destino de nuestra nación, por lo que les exhorto a que no nos conformemos, pongamos en práctica los conocimientos adquiridos, cultivemos los dones otorgados por nuestro Creador, los valores inculcados por nuestras familias, y como nueva meta nos propongamos ser un “Buen Ejemplo” para la sociedad y contribuir al desarrollo de un país libre, justo y próspero.
Quiero despedirme con las palabras de Albert Einstein: "No intentes convertirte en un hombre de éxito. Intenta convertirte en un hombre de valor."
¡Felicidades compañeros!
Muchas gracias.
Yaireny Jesús Mejía Vásquez